Credits: Article and images by Lee Sheng @ Revolution Watch Magazine. See the original article here - https://revolution.watch/mxl/laurent-ferrier-actualiza-el-classic-traveller-globe-night-blue/
El relojero independiente Laurent Ferrier es conocido por sus relojes de vestir con acabados exquisitos, pero la marca también ha incursionado en complicaciones en varias ocasiones, siendo uno de los ejemplos más destacados el Traveller.
Ahora, la marca renueva el Classic Traveller Globe Night Blue con una nueva esfera que presenta el concepto de una vista nocturna del mundo: más sutil, minimalista y perfectamente alineada con la imagen de la marca.
En esencia, el Traveller es un reloj de doble huso horario, pero no es exactamente un GMT típico, ya que evita la torpeza de manecillas adicionales y un bisel. Presentado por primera vez en Baselworld en 2013, el Traveller ha visto varias iteraciones, desde una esfera de sector simple hasta una esfera de esmalte cloisonné que representa el mapa del mundo.
Por lo general, un mapa del mundo en esmalte solo aparece en un reloj de hora mundial, lo que hace que el Classic Traveller sea especial. Es prácticamente un reloj GMT, pero con el lujo añadido del esmaltado.
Lo que distingue a este modelo actual es su representación. Los mapas del mundo suelen presentarse en una paleta de colores vibrantes, como se ve en algunos de los modelos Traveller de la marca, pero la edición Globe Night Blue adopta un enfoque diferente. Se aleja de la vista diurna y ofrece una perspectiva más misteriosa de la Tierra por la noche.
Esto implica reemplazar la paleta colorida por un aspecto bicolor, utilizando tonos de azul y dorado para representar las partes iluminadas de la Tierra desde el espacio, ejecutado, por supuesto, con el método más refinado: la pintura en esmalte. El resultado es una apariencia mucho más sutil que lo distingue inmediatamente del típico mapa del mundo, que se está volviendo más común y menos distintivo que antes.
De hecho, la última edición Globe Night Blue es incluso más simple que su predecesora, la primera edición revelada en 2016. La versión anterior presentaba una esfera más brillante, con todos los continentes pintados en tonos más claros de azul y una paleta más amplia que incluía blanco y rojo. El resultado también era impresionante, quizás incluso más llamativo que la edición actual. Sin embargo, para aquellos que buscan algo diferente del típico esmalte de un mapa del mundo, la última edición es la elección correcta. Su discreción es tan pronunciada que la hace especial y, sin duda, un tema de conversación.
A pesar de la paleta más simple en la última edición, la ejecución no parece más económica ni menos elaborada. Las motas doradas están cuidadosamente representadas en una amplia gama de densidades, añadiendo profundidad y textura. La atención al detalle es más notable al acercarse a las áreas escasas de América del Norte y del Sur, donde aparecen tenues destellos dorados, en lugar de una esfera azul completamente plana.
El mecanismo de doble huso horario en el Traveller recuerda al clásico Patek Philippe Travel Time de la década de 1950. Esto significa dos botones en el lado izquierdo de la caja para avanzar o retroceder el segundo huso horario en incrementos de una hora.
Sin embargo, hay diferencias. Laurent Ferrier no depende de una manecilla adicional en la esfera para el segundo huso horario. En su lugar, una apertura en la esfera muestra un disco giratorio. Este enfoque evita el desorden en la esfera y mejora la legibilidad, ya que los números arábigos son más pronunciados y fáciles de seguir que leer una pequeña manecilla adicional.
Al dar la vuelta al reloj, se encuentra la parte más costosa de la pieza: el calibre LF 230.02. Basado en el movimiento de micro-rotor del reloj de hora simple de la marca, el LF 230 es uno de los movimientos automáticos más refinados del mercado actual.
No solo cuenta con un micro-rotor, sino que el movimiento también incluye una serie de extravagancias técnicas que atraerán a los entusiastas de la ingeniería. Por ejemplo, el sistema de carga automática es más complejo de lo habitual, incorporando un trinquete y clicks. El escape también es único, presentando un escape natural en lugar del diseño estándar.
Aún así, el movimiento atraerá a los coleccionistas con sensibilidad estética, no solo por la disposición armoniosa de los componentes, sino también por sus acabados exquisitos. Los detalles trabajados a mano se encuentran por todas partes, particularmente en los biseles pulidos a lo largo de los puentes y los puentes pulidos en negro para el micro-rotor y el volante.
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