Credits: Article and images by Jola Chudy @ Revolution Watch Magazine. See the original article here - https://revolution.watch/mxl/roger-dubuis-hommage-la-placide-capas-de-significado/
Si entiendes de forma instintiva las razones por las que adquirir o incluso restaurar un automóvil clásico tiene mucho más sentido que comprar un modelo nuevo, entonces este reloj podría ser tu animal espiritual horológico. Es un homenaje al pasado amorosamente restaurado, donde piezas originales han sido meticulosamente devueltas a la vida e incorporadas en un reloj que es a la vez un revival moderno y un tributo al propio fundador.
Los coleccionistas suelen señalar el abismo entre el espíritu inicial de una marca y sus ofertas contemporáneas – y a veces con toda la razón. Pero el Hommage La Placide salva esa división tanto literal como filosóficamente. Cuando la Maison decidió reavivar los movimientos RD14, cada calibre fue sometido a diagnósticos completos y restauración, incluyendo los espirales de equilibrio originales fabricados internamente que se conservaron por autenticidad. Estos tienen un lugar especial dentro del legado de la casa, porque su producción interna a principios de la década del 2000 permitió a Roger Dubuis recibir el título de manufactura oficial. Mientras tanto, los componentes faltantes del RD72 fueron recreados fielmente en la manufactura: platinas, puentes, piñones, ruedas y palancas.

Deslizar el Hommage La Placide en tu muñeca es conectar directamente con los orígenes de Roger Dubuis. El reloj cuenta con piezas originales de los primeros relojes Hommage creados por el propio Roger Dubuis en 1996 y, en una era en la que la palabra ‘legado’ se usa con frecuencia en exceso, el Roger Dubuis Hommage La Placide se ha ganado el término en el sentido más literal.

Los relojeros escudriñaron los archivos, descubriendo una veta sin explotar de oro rosa gracias a treinta calibres base RD14 originales, producidos por primera vez en 2004, que han sido reencarnados, restaurados y unidos con un módulo de calendario perpetuo RD72 refabricado para crear el nuevo movimiento RD1472.

El resultado es un reloj de calendario perpetuo de 38 mm en oro rosa que es a la vez un artefacto de los primeros años independientes de Roger Dubuis y una muestra del savoir-faire moderno de la manufactura de Ginebra.

En 1996, un Roger Dubuis de 50 años en ese entonces lanzó la colección Hommage como un tributo a los maestros que moldearon su arte. Estos fueron los relojes que por primera vez le aseguraron a su incipiente marca el prestigioso sello Poinçon de Genève y les dieron a los coleccionistas un vistazo de los acabados del viejo mundo de Ginebra a través de la audaz y disruptiva lente de Dubuis.

Pero, ¿por qué ‘La Placide?’ Este era en realidad el apodo de la infancia de Roger Dubuis. Mientras sus relojes expresaban una estética rebelde, vanguardista y audaz, su fundador era en realidad sorprendentemente tranquilo y modesto.
Cada una de las 28 piezas numeradas alberga un calibre RD1472 compuesto por 291 partes (algunas originales, otras recreadas hasta el último micrón) y cada reloj está coronado con un rotor de oro rosa de 18 quilates recién creado. El movimiento lleva el mencionado Poinçon de Genève, cumpliendo con la versión moderna de los estándares del contraste, que ahora prueban el reloj completo en lugar de solo el movimiento. Esto exigió una intrincada recalibración de los ejes de las ruedas y las tolerancias, resultando en un tren de engranajes más suave y preciso. El metal original y las piezas recién fabricadas podrían ser el equivalente horológico de restaurar un motor de un Ferrari vintage y luego ajustarlo a las especificaciones modernas de pista.

La estética de Dubuis siempre ha tendido hacia la profundidad y la dramaturgia, y el Hommage La Placide continúa esa tradición con una construcción de esfera de cinco niveles. La virola exterior, cepillada circularmente y rodiada, crea un halo metálico. Debajo, los segmentos del calendario y los contadores brillan en nácar, mientras que la platina principal, acabada en azul Leman —un guiño al lago—, proporciona un profundo y grato contraste visual. La fase lunar se sitúa en el nivel más profundo, su disco de aventurina azul salpicado de lunas curvas de oro amarillo que brillan como dos crecientes sobre Vevey al anochecer.


La seña de identidad visual es la doble indicación retrograde, una complicación que el propio Roger Dubuis adoraba. Dos manecillas se deslizan con gracia a través de sus escalas semicirculares, volviendo a su posición en un grato espectáculo mecánico. El mejor trabajo de Roger Dubuis nunca fue la ostentación por sí misma, sino el ritmo, el control y el deleite.
Pocas manufacturas se atreverían a mezclar componentes de 20 años de antigüedad con otros de nueva fabricación bajo el mismo escrutinio del Poinçon de Genève. Menos aún podrían lograrlo con tanta coherencia. Esta unión funciona y hasta en los acabados —16 decoraciones manuales distintas en total— que afirman aún más el legado del fundador. Para los propietarios existentes de un Hommage, el gesto de la casa de ofrecer un servicio de mantenimiento gratuito subraya la sinceridad de este lanzamiento de aniversario. Es un guiño a la comunidad que apoyó la marca desde sus inicios. Pero para aquellos que se acercan por primera vez a Roger Dubuis a través de este reloj, esta es una puerta de entrada. El Hommage La Placide son 28 oportunidades únicas de conectar con la historia. Si bien la oportunidad de conseguir un automóvil clásico es mucho mayor, entrar en contacto con una pieza de historia que nunca se produjo en masa – bueno, eso es algo que podría volver incluso al coleccionista más tranquilo un poco menos ‘plácido’ de lo habitual.

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