Credits: Article and images by Tracey Llewellyn @ Revolution Watch Magazine. See the original article here - https://revolution.watch/mxl/tudor-presenta-el-nuevo-black-bay-chrono-carbon-25/
Cuando los relojes Pelagos FXD Alinghi Red Bull Racing Edition se lanzaron hace casi dos años, representaron la primera vez que Tudor o su marca hermana Rolex experimentaron con cajas de fibra de carbono. Casi un año después, se introdujo el Pelagos FXD Chrono “Cycling Edition”, el segundo paso de Tudor en el mundo del alto rendimiento en carbono.
Lo que destacó en ambos modelos fue su verdadera conexión con las asociaciones de Tudor con dos de los equipos deportivos que patrocina. En el pasado, la marca no ha dudado en añadir nuevos colores a sus modelos para celebrar a sus embajadores y patrocinios —como ejemplos claros, el Black Bay Chrono Pink y Flamingo Blue—. Pero, con los dos modelos Pelagos en carbono, los diseñadores e ingenieros llevaron la conexión un paso más allá, yendo más allá de los detalles en rojo y azul de Alinghi o el rojo y negro del Tudor Pro Cycling Team, optando por incorporar el mismo material de alta tecnología utilizado en los barcos de carreras AC75 —fibra de carbono y titanio— y en las bicicletas profesionales en la construcción de los propios relojes.


Basándose en lo aprendido de estas asociaciones, Tudor presenta ahora su modelo más tecnológico hasta la fecha. Presentado en el Gran Premio de Miami, el Black Bay Chrono Carbon 25 celebra al equipo de Fórmula 1 Visa Cash App Racing Bulls, patrocinado por Tudor desde 2024. Con este reloj, toda la caja de 42 mm, junto con la bisel tachymétrica y los eslabones terminales, está fabricada en composite de carbono. La parte trasera de la caja y los pulsadores roscados están realizados en titanio con PVD negro, convirtiéndolo en el Black Bay más ligero hasta ahora.
Los vínculos de Tudor con el automovilismo están bien documentados. Desde el primer enlace oficial de la marca en 1953, cuando un reloj Tudor fue usado por un corredor de resistencia en motocicleta, pasando por la década de 1960 y el Tudor Watch Racing Team con sede en Japón, hasta la ahora famosa campaña de 1970, que vio al piloto de rally Tim Wheatley equipado con el primer cronógrafo de Tudor, el Oysterdate con el calibre Valjoux 7734 de cuerda manual.


En 2010, la marca se convirtió en el socio de cronometraje del Porsche Mobil 1 Supercup Championship; en 2011, en el socio de cronometraje de Ducati y, en 2013, en patrocinador del IMSA SportsCar Championship. Pero hoy todas las miradas están puestas en su relación con VCARB y los pilotos del equipo, Liam Lawson e Isack Hadjar.
El automovilismo ha llevado al desarrollo de varios modelos de Tudor, pero el Black Bay Chrono Carbon 25 es el más estrechamente vinculado hasta la fecha. Además de los vínculos materiales, el reloj es 1 mm más delgado que los modelos anteriores de Black Bay, con una altura de 14.3 mm, lo que le da una ventaja de peso sobre sus predecesores. La esfera blanca abombada presenta acentos que reflejan los colores azul y rojo de carreras del equipo VCARB para 2025. Los contadores de cronógrafo a las 3 y 9 horas están en fibra de carbono, mientras que la ventana a las 6 horas muestra la fecha en blanco sobre negro. Los colores del equipo continúan en la correa híbrida negra, que presenta costuras de contraste en azul VCARB.


Al igual que todos los modelos Black Bay, el Black Bay Chrono incorpora la manecilla Snowflake, introducida por primera vez en 1969 para permitir una mayor superficie de luminiscencia, un avance importante para el buceo con poca luz, pero menos esencial para los deportes de motor. Si bien a veces se critica la manecilla por bloquear la visión completa de las subesferas del cronógrafo, esta característica es un sello distintivo de la marca, sin el cual ningún modelo Black Bay estaría completo, por lo que, por consenso general, se mantiene.
En la caja se encuentra el calibre de cronógrafo de rueda de pilares MT5813 de Tudor, con certificación COSC, un movimiento desarrollado a través de una larga colaboración con Breitling y basado en el calibre B01 de la marca.


El reloj se fabricará en una edición limitada de 2025 ejemplares. Aunque no es la primera vez que Tudor lo consigue (el Black Bay Chrono Dark de 2019 se fabricó en una edición de 1181 piezas para igualar el número de jugadores seleccionados para los All Blacks de Nueva Zelanda desde su debut internacional en 1903), esta es la primera vez que la edición numerada será limitada, ya que se añadirán nuevos Chrono Darks al seleccionar nuevos jugadores.
En mi opinión, es un éxito asegurado, pero la prueba de ello será la reacción de clientes y coleccionistas. Para ello, le preguntamos al mismísimo @tudorcollector, Ross Povey, quien ya parece ser un gran fan, y nos comentó: «Tudor siempre ha ido más allá en cuanto a colaboraciones, desde las décadas de 1950 y 1960, cuando colaboró estrechamente con la Armada Francesa para crear relojes de buceo diseñados específicamente para este propósito. Ese mismo espíritu continúa hoy en día, ya sea con el Pelagos FXD «Edición Ciclismo» o con este último Black Bay Chrono Carbon 25, que evoca el mundo ligero y de alto rendimiento de la Fórmula 1.


«Es el primer Tudor que incorpora una caja y un bisel de fibra de carbono, y su nuevo diseño, más elegante, lo hace realmente atractivo en la muñeca. La esfera también destaca, con una construcción tipo sándwich con los colores del equipo, con una base y una placa superior de latón con carbono entre ellas, ingeniosamente recortadas para revelar subesferas de fibra de carbono debajo. Es más que un simple guiño a la F1, es un reloj creado con el espíritu de las carreras».
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